martes, 18 de agosto de 2009

Alfredo de Angeli en el Castelar Hotel & Spa - El Pais Junio 2008

La vida porteña de alfredo de angeli
Un chacarero suelto en Baires


Durmió en el Hotel Castelar. Pasó gran parte del día en el Congreso. Arengó desde la Carpa Verde frente al Congreso. Y terminó el día en un programa de tevé. Los taxistas no le cobraron y la gente lo vivaba, le sacaba fotos y le pedía autógrafos.
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Rodolfo González Arzac
25.06.2008

Una larga jornada. Alfredo De Angeli en el Congreso parado cerca del dirigente de los jubilados Raúl Castells. Horas después se lo vio delante de la Carpa Verde levantada frente al Congreso arengando a la gente.
Alfredo De Angeli terminó anoche como casi siempre: a los gritos, con un megáfono en la mano. “Están dilatando, yo creo que los diputados están dilatando, pero les pido que aguanten: en una de esas, en unos días conseguimos que nos devuelvan algo de todo lo que nos quitaron”, dijo, exhausto, cerca de las nueve de la noche, en un escenario improvisado en la Carpa Verde, a pocos metros del Congreso.“Esta carpa no es clandestina”, se jactó, blandiendo la autorización municipal, el presidente de la Federación Agraria de Entre Ríos. Y doscientas personas –piqueteros de la CCC, autoconvocados, hijos de productores, productores, muchos curiosos– lo aplaudieron fuerte. “Extrañamos la ruta, Alfredo”, le gritó uno con boina. Y todos se rieron –y pareció que a todos, incluido él, les pasaba lo mismo–.De Angeli se vio obligado a contarles a sus seguidores algo de las cinco horas de sesión en la comisión conjunta de Presupuesto y Agricultura. Evitó decirles que el martes había sido un día difícil, que muchos productores y diputados habían dicho a los gritos que la sesión había resultado un papelón, que él mismo intentó –en vano– que le dieran la palabra (“usted ya habló ayer”, lo cortó en secó Alberto Cantero, el diputado que ordenaba la discusión y, acto seguido, lo ignoró para siempre). Esta vez, prefirió la mitad del vaso lleno. “Estuvimos en el debate, coincidimos en todo, y vino Susana Andrada, del Centro de Educación al Consumidor (CEC), y dejó al descubierto que no somos los culpables de la inflación”, explicó. “Yo sé que el tema es que no se les acabe la paciencia a los productores, pero vamos a ponerle fichas mañana y pasado”, pidió. Y por si alguien no estaba conforme prometió: “Mañana a las ocho hacemos una asamblea en esta carpa”.De Angeli trajo a Buenos Aires las costumbres –y las estrategias de marketing– del kilómetro 53 de la ruta 14. Si no lo dejan hablar en el Congreso, va a hablar en la Carpa Verde. A pesar de que ya no está en Gualeguaychú, de que ahora es un gringo de chacra en la gran ciudad, si hay algo que no está dispuesto a negociar, es dejar de hablar.“En la ciudad nos ganamos un respeto, si hasta los taxistas no me cobran”, resaltó el entrerriano.Fue un martes largo. De Angeli durmió en una habitación del tradicional Hotel Castelar –la “casa” de Federico García Lorca durante su estadía en Buenos Aires, según advierte una placa en el frente–, en Avenida de Mayo a metros de la Avenida 9 de Julio. Desayunó con cuatro productores de Gualeguaychú. Miró los diarios. Todos concluyeron que la reunión de la presidenta Cristina Fernández no había sido muy auspiciosa. A los pocos minutos empezó el raid por las radios. Antes de subirse a un taxi hasta el Congreso, como en su provincia, le gritaron “aguante, De Angelisss” estirando una ese que no pertenece a su apellido, y uno le pidió una foto y otro un autógrafo. En la Cámara no le fue tan bien. Dos legisladores de peso le levantaron las reuniones previstas. Uno, el siempre esquivo, Pedro Miguel Guastavino, senador por Entre Ríos. El otro, el jefe del bloque justicialista, Agustín Rossi, que sí se reunió con los presidentes de las entidades. La comitiva De Angeli –los productores Nicolás Mattiauda, Juan Ferrari, Alfredo Bel y Domingo Veronesi, dos amigos que le cuidan las espaldas, entre otros tantos– participó de una reunión con quince diputados del Frente para la Victoria. Estuvieron entre otros Felipe Solá, la correntina María Carmona, la salteñas Susana Canela y Zulema Daher, el misionero Miguel Iturrieta, el entrerriano Raúl Solanas. El que más preguntas hizo fue Gustavo Marconato, de Santa Fe. Ninguno les adelantó su voto: sólo escucharon por dos horas los argumentos de los ruralistas. En el Congreso se topó con el dirigente de los jubilados Raúl Castells.No hubo tiempo para café. La agenda marcaba reunión con el bloque socialista de legisladores. Y se fue otra hora y media. Y otra vez, ni tiempo para nada: a las tres, el diputado Alberto Cantero, peronista de Río Cuarto, la camisa amarilla y arremangada, reanudó, parsimonioso, la reunión de comisión que lleva adelante el debate por las distintas medidas agropecuarias (las que sí se sancionaron y las que no). De Angeli escuchó sentado: con camisa verde, a veces de chaleco, con la mano sobre la frente, con el tic de llevar su mandíbula inferior hacia delante: mudo. Se levantó una sola vez para ir al baño. Y, en el pasillo, dijo: “Acá nos invitaron pero no tenemos voz. Esperemos que para pacificar al país se trate la resolución 125, que fue la gota que rebasó el vaso”. De regreso del mingitorio lo interrumpió por el camino la diputada Patricia Bullrich, que ahora es de la Coalición Cívica. “La estrategia tiene que ser...”, empezó a decir ella. Y él miró para el otro lado. Y siguió hasta su silla, su pupitre, su humilde lugar en una sala atestada de gente acalorada. “Estoy pidiendo que me den la palabra”, les decía a sus colaboradores cada vez que se acercaban. Pero nada.Tuvo que salir del Congreso a las apuradas. Había un montón de gente a la salida del anexo de las Cámara de Diputados, en Riobamba y Rivadavia. Y llevaban banderas del Frente para la Victoria. Hasta pareció que lo estaban esperando. De Angeli caminó a las apuradas dos cuadras. Llegó a la Carpa Verde. Agarró el megáfono rojo y blanco. Y se sintió como en casa. Al rato estaba en la televisión.Grito de AlcortaLa Federación Agraria recordará hoy en el sur de Santa Fe el Grito de Alcorta, la rebelión agraria de 1912 que marcó la irrupción de los productores en la política nacional del siglo XX y que derivó en la fundación de la Federación Agraria Argentina.Un 25 de junio, pero hace 96 años, una asamblea de agricultores que se realizó en la Sociedad Italiana de Alcorta se declaró en huelga por tiempo indeterminado en reclamo de una rebaja general de los arrendamientos y aparcerías. La protesta fue reprimida violentamente y dejó tres muertos. Participará del acto de conmemoración el dirigente rural AlfredoDe Angeli.

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